Usuarios podrían esperar dos o tres veces más tiempo para poder viajar, además de que deben también reforzarse los otros protocolos sanitarios para evitar contagios
Imposible controlar el aforo de los camiones urbanos al 50% de su capacidad, por lo cual, los verificadores de la Coordinación General de Movilidad (Cmov) deberán de reforzar la supervisión para que se cumpla con el resto de los protocolos sanitarios, y evitar que el transporte público se convierta en un foco de infección ante una eventual tercera ola de Covid-19.
Loecelia Ruvalcaba Sánchez, presidente del Observatorio Ciudadano de Movilidad, reconoció que el año pasado se intentaron poner límites en los aforos, pero en la práctica fue difícil llevarlos a cabo, pues este tipo de restricciones implica que los usuarios esperen dos o tres veces más tiempo para poder abordar una unidad que vaya a menos del 50% de su capacidad.
Dijo que por ello, una recomendación es que a las horas pico, se habilite un mayor número de unidades en aquellas rutas que tienen mayor demanda, pues de esta forma se evita que los camiones urbanos vayan colmados de usuarios, lo cual puede propiciar los contagios.
Loecelia Ruvalcaba consideró que por ello es muy importante que la Cmov redoble los esfuerzos en materia de verificación, para certificar que los choferes y usuarios cumplen con normativas sanitarias, como el uso de cubrebocas, aplicación de gel antibacterial y ventilación de las unidades.
Sostuvo que en el caso de los choferes de los camiones urbanos sí han notado un cumplimiento, y en menor medida en el caso de quienes manejan combis o taxistas, sin embargo, sí es mayor el porcentaje de los usuarios que tienen reticencia a usar cubrebocas; añadió que también hay un cumplimiento aceptable en lo referente a la sanitización de las unidades, pero puede mejorarse.
Para terminar, la presidente del Observatorio Ciudadano de Movilidad reconoció que es insuficiente el número de verificadores para la cantidad de usuarios que se desplazan en el transporte público, por lo que de manera conjunta con la Guardia Sanitaria, deben encontrar un esquema que les permita una vigilancia más rigurosa.
Fuente: El Sol de México