Sin duda, la economía naranja es un concepto que toma cada vez más relevancia, fue durante la pandemia y el confinamiento al que debimos atenernos que caímos en cuenta sobre la importancia y el aporte que hacían las artes y cultura a nuestra vida diaria.
Tan solo en México, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), este sector genera un impacto directo e indirecto en más del 4% del PIB y según un informe de la UNESCO, (antes de la pandemia) las industrias culturales y creativas generan cada año 2,25 billones de dólares, lo que supone el 3% del PIB mundial, y dan empleo a 29,5 millones de personas (1% de la población activa del mundo).
Es por esta razón, que desde el Instituto Cultural de Aguascalientes en conjunto con el sector privado, la comunidad, instituciones educativas y varias dependencias entre ella, la Secretaría de Desarrollo Económico se están construyendo estrategias para no solo fortalecer la economía creativa del estado, sino realizar una puesta en valor de nuestro patrimonio geológico, cultural e inclusión e impulso de nuestras comunidades.
Como parte de la alianza que se está llevando a cabo desde Gobierno Estatal y la UNESCO, Aguascalientes también busca formar parte de la Red Mundial de Geoparques, que es un programa de áreas delimitadas que presentan rasgos geológicos de gran relevancia y donde se impulsan iniciativas culturales, de geoconservación y desarrollo sustentable.
En América Latina y el Caribe, sólo siete sitios han logrado el reconocimiento; de México, únicamente la “comarca minera” en Hidalgo y “mixteca alta” en Oaxaca. Aguascalientes busca ser el siguiente.
El agua, un elemento clave en nuestra identidad
Para la postulación de Aguascalientes como un geoparques de la UNESCO, el estado ha retomado el agua y la relación fundamental que ha tenido con nuestra historia a través del proyecto “Las Rutas del Agua” donde se busca que en cada uno de los geositios que lo componen destaquen por su biodiversidad, riqueza natural, cultural, la inclusión de las comunidades aledañas y disfrute colectivo.
El polígono se definió a partir de un estudio geológico de la zona en el que se reconoció su valor único y relevancia internacional, así cómo sus recursos hídricos y culturales y a través de la iniciativa privada, participación ciudadana y de las comunidades.
Son catorce los geositios ya delimitados en los que por su valor geológico destacan, la barranca del Túnel Potrerillo, la semifosa de Mesa de Montoro, Cerro de la Ardilla en la Sierra Fría y la Sierra del Laurel y la zona de Tobas, que son parte del fenómeno geológico más importante que hay en Aguascalientes: la Sierra Madre Occidental.
Asimismo por su abundancia de riqueza de paisaje y biodiversidad, la zona de diques en Tepezalá, que da cuenta de la era geológica más antigua de la entidad y en la que el agua hidrotermal y los movimiento tectónicos dieron origen a la formación de minerales.
Por su valor hidrológico, el sistema hidráulico Calles-Jocoqui, en la que se ubica la presa Plutarco Elías Calles, primera presa moderna del país. La presa de San Blas, a cuya historia está ligada la haciendo del mismo nombre, donde actualmente se encuentra el Museo de la Insurgencia y una buena parte del Camino Real de Tierra Adentro.
El Distrito de Riego, número cero uno, el primero y más moderno del país, la zona de laderas y lomeríos que han sido transformadas en huertos de guayaba y en los que se están llevando a cabo importantes proyectos para hacer un uso efectivo del agua.
Y finalmente por su valor cultural, los sitios arqueológicos Cerro de Enmedio y Santiago, que corresponden al periodo epiclásico y resguardan vestigios importantes del mismo; el Tepozán es una zona arqueológica que contiene las pinturas rupestres mejor conservadas y la Hacienda Garabato que data del siglo XVll y en la que se puede apreciar el templo dedicado a San Isidro Labrador, obra del emblemático arquitecto Refugio Reyes.
FUENTE: Líder Empresarial