La maleza que se desarrolla gracias a las lluvias, comenzará a secarse para convertirse en un riesgoso combustible advierten guardabosques
Durante los primeros meses del año, antes del inicio del periodo de lluvias, se registraron 40 incendios en el Bosque de Cobos, los cuales fueron sofocados por los 18 guardabosques de este sitio con ayuda de bomberos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y del municipio de Aguascalientes.
Así lo informó el jefe de guardabosques Miguel Vásquez Sánchez, quien señaló que ya se trabaja para evitar, en la medida de lo posible, el surgimiento de incendios en lo que resta del año y durante el primer semestre de 2022.
Señaló que con las lluvias el Bosque ha logrado pintarse de verde “sin embargo este tono comenzará a desaparecer al secarse la vegetación, transformándose en un factor que facilita los incendios, por lo que dimos inicio a los trabajos para salvaguardar a los árboles y la vegetación en general, en coordinación con la Conafor”.
Es complicado evitar que se presenten los incendios, pero “con los trabajos que llevamos a cabo se pretende evitar conflagraciones agresivas o intensas, circunstancias que nos está provocando el cambio climático, con vientos muy fuertes y que fueron en la pasada época de incendios, los que ayudaron a que se extendiera el fuego, dificultando su extinción”.
En este tema los guardabosques “estamos permanentemente en capacitación por parte de la Comisión, el último, denominado como ‘comando de incidentes’ fue sobre la homologación de lenguaje en la atención a este tipo de problemas ya que son varios los equipos que participan para combatir los incendios, que se lleva a cabo con la participación de varias fuerzas”.
En este sentido:
El primer equipo respondiente es el de los guardabosques y luego el de los bomberos y posteriormente otros cuerpos que se van sumando, equipos que están integrados por personas preparadas para atacar los incendios.
Miguel Vásquez Sánchez, Jefe de Guardabosques
En los trabajos preventivos“comenzamos con un análisis del territorio, clasificando los diferentes tipos de vegetación que se está desarrollando y en qué secciones para realizar una planeación que considera las brechas abiertas, y un análisis de los caminos primarios y secundarios y si son transitables”.
Se hace también “una identificación de las comunidades en riesgo y del patrimonio biológico y luego de este análisis del territorio, se lleva a cabo una poda para bajar un poco la vegetación y se hacen brechas contrafuego para evitar que el fuego se propague ya que de esta forma se evita que se acumule el combustible y para permitir que los suelos se recompongan y se pueda desarrollar la vegetación”.
Fuente: El Sol del Centro
