Con el reingreso a las actividades de manera formal y escalonada, las empresas tienen un reto doble. Por una parte, mantener los niveles de productividad en un entorno económico adverso y, por otro lado, cuidar que los trabajadores sigan las recomendaciones sanitarias para evitar contagios masivos en los centros de trabajo, oficinas, plantas o maquiladoras.
Al día de hoy, han muerto en San Luis Potosí 1814 personas por COVID-19. Diversas empresas han tenido que enfrentar el cierre permanente y otras tantas han recurrido a recortes de personal o paros técnicos para hacer frente a la contingencia.
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Una actitud ejemplar que ilustra el compromiso de las empresas para salvaguardar los empleos y la salud, es el de Uniformes San Luis, que, con sus tres plantas, emplea a más de 1000 personas y recurrió a medidas extraordinarias para hace frente a la pandemia.
Uniformes San Luis donó decenas de miles de crubrebocas confeccionados en sus maquiladores, a diversas regiones del estado; mantuvo intactos los salarios por más de 5 meses a trabajadores vulnerables que se quedaron en casa y organizó los espacios de trabajo para conservar la sana distancia, puso dispensadores de gel antibacterial y filtros en los accesos de la empresa para garantizar un mínimo de riesgo en la vuelta a la operación.
Las empresas tienen la responsabilidad de adoptar éstas y otras medidas para que los trabajadores se desarrollen en un ambiente seguro, saludable y en continuo progreso.
FUENTE: Redacción
[…] El cuidado del trabajador es el cuidado de la empresa […]