“Pienso que es un grupo de choque o algo así, que nada más nos utilizan para otros fines“
Cada vez es más notorio el verdadero rostro del activista José Humbertus Pérez Espinoza, quien detrás del personaje que defiende los derechos humanos, se encuentra un sujeto vil que estafa a las personas más necesitadas, defiende a los asesinos y es un arrogante con sus seguidores.
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Ex integrantes del Frente Mexiquense para una Vivienda Digna, asociación civil encabezada por Pérez Espinoza, han denunciado malos tratos y estafas por parte de activista, quien públicamente en las manifestaciones trata mal a sus integrantes quienes lo apoyan y les ordena hacer cosas tan simples como sostener un micrófono mientras él habla.
Estas actitudes sólo son las de menor importancia, ya que, además de tratarlos con la punta del pie, los obliga a asistir a todas las manifestaciones que se le ocurre organizar a pesar de estar en contingencia sanitaria, de lo contrario, amenaza con “retirarles el apoyo” para recuperar su casa o ayudar a su familiar a que salga de la cárcel. Promesas falsas que sabe que no puede cumplir por ser la ley, pero estrategia que le funciona bien con los más necesitados.
No obstante, su ambición por hacer dinero a costa de los demás crece con el tiempo, además de pedirle a las personas alrededor de cinco mil pesos mensuales para llevar su caso de sus hogares, también pide dinero a cambia a familias para ayudarles a liberar a su familiar de la cárcel, asegurándoles que pronto su conocido saldrá de las rejas como si nada hubiera pasado.
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Aunque muchas ya son las familias que con tristeza ven que la asociación sólo es un farsa para enriquecer los bolsillos del líder y crear conflictos con distintas autoridades o inmobiliarias, aún mucha personas siguen con él. Desafortunadamente los que han perdido sus casas y confiaron en él, se dieron cuenta demasiado tarde.
“Pienso que es un grupo de choque o algo así, que nada más nos utilizan para otros fines, nos obligan a ir a sus manifestaciones en plena pandemia y a dar un dinero mensual para que nos ayuden con nuestro caso de vivienda”
dijo Laura N, ex integrante del frente que fue desalojada de su casa y estuvo pagando durante seis años una mensualidad a la asociación.
FUENTE: Vértice Sonora